Padre Perdónalos

Tu Devocional

290313

“Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró”. (Lucas 23:46 VRV)

Se consumó la obra de la redención.

Amados Hermanos y Amigos:

Un día de reposo de gran solemnidad, porque al día siguiente, sábado, era el primer día de la fiesta judía de los panes sin levadura.

Según las Escrituras: “Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? (Mateo 27:46)

En el último instante de Su  vida humana, lleno de amor encarga a Su madre con el discípulo amado. “He ahí tu madre”. (Juan 19:27) Y perdona, “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34)

“Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena”. (Mateo 27:45).  Las tres de la tarde de ese viernes, la hora exacta del sacrificio en el templo. La hora en que se consumó la entrega voluntariamente de Su vida por los pecadores.

Escrito también está, “el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron”;  (Mateo 27:51)

Tenían que retirar esa tarde el cuerpo, pues era la víspera del día de reposo. José de Arimatea pidió a Pilato que le concediese llevarse el cuerpo de Jesús y Pilato se lo concedió.

José, junto con Nicodemo, los dos, ricos religiosos judíos discípulos de Jesús pero en secreto por temor de los dirigentes, se encargaron de  llevar y sepultar el cuerpo del Maestro. (Juan 19:38-42)

Consumado es. Tengan un excelente  fin de semana en el recuerdo y la paz del Señor.

       
 Dios Nos Bendiga
 H. Ignacio Uranga

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