Una Meditación

Una  Meditación

Tu Devocional

060512

“Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi

corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío”

(Salmos 19:14 VRV)

 Amados Hermanos y Amigos:

El Profeta David, en este Salmo, le pide a Dios que apruebe sus

palabras y sus pensamientos, como si fueran ofrendas traídas al altar.

 Cuando  pensamos en esto,  Dios escucha todas nuestras palabras, como escrito está: “Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú  la sabes toda”.  (Salmos 139:4)

 Y algunas veces,  desafortunadamente, “De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así”.  

(Santiago 3:10 )

Por tanto  hemos de ser cuidadosos de las palabras  que usamos y estar

seguros de no quebrantar el Tercer Mandamiento: “No tomarás el nombre

de  Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que

tomare su nombre en vano”. (Exodo 20:7)

Mantengan siempre sus palabras suaves y agradables,  pues,   “Panal de miel

son  los dichos suaves;  Suavidad al alma y medicina para los huesos”. 

(Proverbios 16:24)

Después de todo,   nuestras palabras, como las de David, son también igual que ofrendas traídas ante el Altar de Dios. Amén.

 Tengan un maravilloso día y recuerden que en su iglesia los esperan.

 Dios Nos Bendiga
H. Ignacio Uranga

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