Trono de la Gracia

Trono de la Gracia

Tu Devocional

260512

“Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;”   

(2 Corintios 12:7 VRV )

 Amados Hermanos y Amigos:
Se cree que el “aguijón” de que Pablo habla era su  pobre visión. Sabemos que Pablo dictó casi  todas sus Epístolas  a Lucas  para que las escribiera por él.  Pablo hace referencia a su  mala  vista al escribir:    “Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano.” (Gálatas 6:11)

Debe de  haber sido muy duro para el Apóstol Pablo estar tan mal de la vista,  pues él escribió también: “respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.” (2 Corintios 12:8-9)

      ¿No es  maravilloso que la Gracia de Dios  esté ahí también para nosotros?  Pues,   “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”  ( Hebreos 4:16 )

Cuando  enfrentemos dificultades en nuestra vida, tratemos de ser como Pablo. El dijo: “Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”.  (2 Corintios 12:9-10)

      Bien, amigos: “Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Amén.”   (Filemón 3)

Dios Nos Bendiga

H. Ignacio Uranga

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