domingo, 6 de enero de 2013

Como un niño


Como un niño
Tu Devocional
060113

Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos”. (Mateo 18:4 VRV)
 Amados Hermanos y Amigos:
Les comparto este mensaje que alguien de ustedes nos envió. Espero lo disfruten.

Una lindura imagen de inocencia de  6 años estaba con su mamá “en el super”. Afuera caía  un diluvio.  Amontonados esperábamos  que pasara para salir.   
Esperamos, unos pacientemente, otros irritados porque la naturaleza alteraba sus planes. Yo siempre disfruto la lluvia, ante la vista del cielo ocupado en lavar  la mugre  y el polvo del mundo. Las memorias parecen correr con el sonido de la lluvia.
La vocecita tan dulce se escuchó y rompió el trance hipnótico en que nos encontrábamos: “Mamy, vamos a correr en la lluvia” ¿Qué? dijo  mamá. “Vamos a correr en la lluvia”, repitió.
“No linda”, vamos a esperar a que se calme”, dijo mamá. La niña esperó todo un minuto antes de insistir “Mamá, vamos a correr en la lluvia”. “Nos vamos a empapar”, dijo mamá.
     
“No es eso lo que dijiste esta mañana, mami”. ¿Esta mañana. Cuando dije que no nos empaparíamos con la lluvia?
¿No te acuerdas? Cuando hablabas con papá en el hospital, dijiste: “Si Dios nos saca de esto El puede sacarnos de cualquier cosa”
Todos en silencio. No se escuchaba  nada más que la lluvia. Mamá callada. Era  un momento de afirmación en la vida de una niña. Un momento cuando la confianza inocente puede nutrirse para que florezca en fe.
     
 
“Mi amor,  estás en lo cierto. Vamos a correr en la lluvia.  Si Dios nos moja es  que a lo mejor necesitamos  una lavadita”, dijo mamá.
Y allá van. Los demás nos quedamos viendo  mientras brincaban los charcos y evitaban los carros. Se empaparon. Las siguieron algunos con gritos y risas mientras corrían bajo la lluvia.  Necesitaban una lavadita.

 Las circunstancias pueden quitarte tus bienes materiales; pueden quitarte tu dinero y hasta tu salud. Pero nadie puede quitarte tus preciosos recuerdos.  “
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”. (Eclesiastés 3:1)  
Dicen que toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora para apreciarla, un día para amarla y luego una vida entera para olvidarla.  Tómense el tiempo para comunicarse unos con otros. Nunca sabes cuando van a necesitarse. No olviden “correr en la lluvia”.  Amen. Bob Perks
                                                                                                      
 Dios Nos Bendiga
H. Ignacio Uranga

Tu Devocional Diario es enviado por: Ministerio Internacional de Divulgación.
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